Tórnale el alma perdida
luz de júbilo le aclama;
aire
fresco le sostiene
y a los cuatro vientos clama.
¡Oh! vistosa flor silvestre
que naciste entre la nada,
tú pura y honda humildad
brillo deja en tu mirada.
Inmensa y dulce es la gloria
grandiosa el agua que riega,
ardiente el sol que te alumbra
y mis adentros sosiega.
¡Oh! vistosa flor silvestre
fragante y tan delicada,
tú presencia es mí alegría
y tú pétalo mi espada.
asun